13.2.13

¿La creatividad se nutre de la inocencia?

Un director me platicaba su anhelo de influir en sus superiores, me dijo, "Quiero que reaccionen, que dejen de estar anclados en el control y autoritarismo, que confíen, que escuchen a las personas que trabajamos aquí...que conzcan lo que está ocurriendo en el mundo en nuestro ramo y que piensen en lo que debemos cambiar como organización, en nuestros productos y procesos para seguir siendo competitivos en el futuro y no quedarnos atrás. Yo sé que no me creerán a mí, pero quiero que se den cuenta, quiero influir. No sé si soy innocente e ingenuo".

En eso momento le dije que celebraba su innocencia, que para mí es en ella donde podemos creer en lo mejor de las personas, tener fe, ser creativos, tomar riesgos, abrirnos los ojos a ver conexiones que no habíamos visto antes, expresarnos abiertamente, explorar, probar y descubrir. Bendita innocencia.

Podemos soñar que las cosas sean diferentes y trabajar para ello y a la vez con la experiencia adquirida a lo largo de la vida no derrumbarnos cuando no ocurra. Hemos aprendido que no está todo en nuestras manos, que podemos poner de nuestra parte con las mejores intenciones, sabiendo que los resultados finales no dependen sólo de nosotros.

También tenemos antenas para leer las señales escondidas en las palabras y acciones de los demás y hacer ajustes o llegar a caer en la cuenta que este no es el momento o no son las personas o mi manera de presentarlo no es el adecuado, etc.

Me he maravillado de personas que día tras día a lo largo de años no han perdido su energía, su esperanza. Sea que estén trabajando por la democracia, la participación ciudadana, por una cultura de rendición de cuentas y transparencia, en la construcción de proyectos comunitarios, por la educación en México, por innovar procesos y productos de calidad, creando empresas... Ahora que escribo estas lineas estoy recordando a muchos de ellos. En sus largas trayectorias todos en algún momento fueron señalados como innocentes o ingenuos. Pero han persistido, no claudicaron ante las adversidades.

Como asesores de procesos de cambio y mejora, ¿Cómo podemos acompañar mejor a nuestros clientes en sus esperanzas para un mejor futuro, hacía el logro de sus sueños, sin caer en la ingenuidad de dedicarnos a "causas perdidas"?

Como padre o madre, maestro, líder de alguna comunidad o colaborador en algún proyecto, ¿De dónde podemos nutrirnos para mantener viva nuestra inocencia creativa y perseverar frente a las adversidades?




3 comentarios:

  1. Hola George, gracias por tus reflexiones y preguntas,

    creo que Yo me nutro de la gente joven, cuando los veo con todo su entusiasmo y con sus anhelos inmensurables de hacer bien las cosas, me hacen recordar que en un momento de mi existencia fui igual que ellos; recuerdo que, en el camino muchas personas me ayudaron inclusive sin saberlo, puede ser que, esto provoque que adquiera una responsabilidad de sobreponerme a la fatiga, desaliento, ambivalencias y siga teniendo esa inocencia que hace que te asombres de las cosas y esto me lleve a luchar por lograr lo que surgió de esta; por que estoy seguro que, como fue en mi caso particular, Yo estoy ayudando a gente que yo nunca sabré que hice algo por ellas incluso que ellas no lo sepan también.

    Saludos. MMR

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  2. Anónimo2/14/2013

    Creo que podremos nutrirnos siempre de la esperanza, de los anhelos y de las metas. Alguna vez leí que el mejor regalo que se le puede hacer a una persona es la esperanza y definitivamente creo que hay mucha razón en esta frase. Desde el punto de vista psicológico, es el deseo o la falta es lo que mantiene a la psique en funcionamiento, pues aunque el organismo se encuentre satisfecho, el deseo de obtener una homeostasis psicológica es lo que guía nuestros actos y pensamientos. Como tú, celebro la inocencia que guía estos actos sin vicios ni ideas pesimistas que pueden derivar en profecías autocumplidas. ¡Al frente el anhelo y la esperanza, que es lo que nos hace humanos!

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  3. cuando se pierde la capacidad de asombro, se pierde la posibilidad de buscar nuevas oportunidades. El ser humano que piensa que todo está perdido, ya perdió la batalla...invito a estar atentos a nuevas oportunidades, al optimismo y al fortalecimiento d nuestras capacidades, sacar ese niño que llevamos dentro para soñar y atrevernos a comenzar y recomenzar cuantas veces sea necesario.

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Gracias por participar en este esfuerzo, George